Los flotadores pueden parecer un objeto muy seguro y alentador para los padres de niños muy pequeños, ya que permiten que estos puedan estar en la piscina sin peligro de ahogarse. Sin embargo no son tan seguros como parecen.

Algunos flotadores han sido causantes de accidentes en niños ya sea por la calidad de este o por descuido de los padres. Para los niños puede ser muy divertido poder flotar libremente en el agua, pero esto puede conllevar a una serie de riesgos como que el flotador se voltee con los movimientos del niño o que se pinche y se desinfle. Esta guía explica detalladamente el peligro de los flotadores y manguitos.

¿Cuáles son los riesgos de los flotadores y manguitos?

Los riesgos pueden variar de acuerdo al tipo de flotador, por ello es muy importante saber elegir el adecuado para la edad del niño. Entre los riesgos más comunes están los siguientes:

  • Que se volteen con cualquier movimiento: Los flotadores tipo salvavidas pueden no ser una buena opción ya que con cualquier movimiento del niño se pueden voltear y dejar al niño boca abajo, lo que aumenta el riesgo de ahogamiento.
  • Que se desinflen: Los flotadores inflables son muy vulnerables a que se les formen agujeros por donde se les pueda salir el aire, debido al roce. Esto también aumenta el riesgo de que el niño se hunda en el agua.
  • Que el flotador mueva al niño a una zona peligrosa: Por esta razón no es recomendable usar flotadores tipo balsa en playas con mucho oleaje. Es preferible colocarle al niño unos manguitos y mantenerlo vigilado.

¿Qué flotadores son más recomendables para los niños?

Uno de los flotadores más seguros y divertidos para los pequeños es el conocido “churro” o “patata”. Es un tubo de poliestireno con el que pueden realizar varios juegos y es ideal para todas las edades. Además es seguro tanto en la piscina como en la playa.

Los manguitos de poliestireno también son ideales si se busca algo más duradero, ya que no se pinchan, en especial los que llevan varios discos pues se pueden ir removiendo en función del nivel del nadador.

Otra opción muy recomendada son los bañadores que llevan integradas varias microcámaras de aire que permiten el flote con libertad de movimiento. No son recomendables los chalecos que no tienen arnés ya que se suben a la cara del niño.