Desde que nuestros niños son muy pequeños, los padres debemos motivar algunas actitudes en ellos, aún más cuando desean hacer sus deberes por sí solos, sin tener a un adulto como ayuda, es la forma de que ellos se sientan capaces.

La autonomía infantil es la clave para que después sean personas sanas, con autoestima y que se desenvuelvan con facilidad en el entorno social, enfrentándose siempre a distintos retos, que ellos mismos irán descifrando y entendiendo.

¿Cómo fomentar la autonomía infantil?

  1. Como padre tu obligación también reside en animarlo a que sea independiente, pero sin llegar a ser excesivos. Deja que hagan las cosas que ellos deseen hacer solos, tu enséñale los pasos, en el resto debes apoyarlo, por ejemplo, algunas cosas de sus tareas escolares las harán solas y para algunas que no sepan se acercaran al representante.
  2. Lo peor es ser sobreprotector, los niños no necesitan ese instinto. Ve liberándolo de esas cadenas que impiden su libertad, ve entendiendo que son procesos de la vida, deben crecer solos y cumplir sus ciclos, tanto de aprendizaje como personal.
  3. Fomenta la comunicación entre padre e hijo, que no sea sólo de tu parte. El niño debe manifestarte su deseo de hacer cosas por sí solo, así como tú debes entender que debe vivir esta etapa, ayudarlo con lo que el mismo te pida.
  4. Apoya sus logros y a la vez pon límites, ellos deben saber hasta que parte pueden llegar, no hacer lo que ellos quieran sino lo que es correcto, siempre guiados por la figura paternal, es clave para que se sientan independientes, pero no solos en todas sus vivencias personales y aprendan a relacionarse.

Beneficios

  • El que sean niños autónomos aumenta su autoestima, en un futuro serán jóvenes seguros sobre todo lo que hacen y su impacto en su vida.
  • La autonomía infantil deja a los padres un poco de tiempo libre mientras ellos se sienten autosuficientes, se sienten libres dentro de su propio espacio.
  • Es la forma infalible de generar hábitos desde que tienen capacidad de discernimiento, siendo organizados en sus cuartos, hogares y en su ámbito escolar.
  • Funciona como una estrategia de negociación, ya que ellos van a empezar a buscar sus espacios y el padre renunciará a los suyos, de forma que el niño tome decisiones según sus razonamientos.